El relojero es un artesano que se dedica a la fabricación y reparación de relojes. Los orígenes de la profesión datan de 1390, cuando se acuña el término clokkemaker para hacer referencia a los profesionales de este sector.
Desde sus orígenes, los relojeros eran artesanos que fabricaban y diseñaban todas las piezas de forma manual. Desde el siglo XV hasta el siglo XVII, este campo de trabajo estaba a la vanguardia de la sociedad y era considerado uno de los comercios más avanzado. El acceso a la relojería estaba en manos de las clases privilegiadas, dado que el elevado coste que suponía poseer un reloj no estaba al alcance de cualquiera.
Xilografía de los primeros relojeros modernos en 1568
Vista lateral de un movimiento de reloj de caja. Siglo XIX.
En el siglo XIV empezaron a surgir los gremios de relojeros que tenía el fin de reunir a los profesionales de la relojería para mejorar el oficio y ganar experiencia. Los primeros gremios empezaron a formarse en Londres, pero años más tarde Suiza se estableció como centro mundial de la relojería por la gran afluencia de artesanos y su enorme industria relojera.
Antes del siglo XIX, los relojes estaban hechos completamente a mano, pero en este nuevo siglo algunas piezas de los engranajes pasan a construirse en pequeñas fábricas. Pese a ello, aún existían maestros relojeros que diseñan y fabrican de forma manual todas las piezas.
Durante la revolución industrial se agilizaron ciertos procesos de fabricación de relojes. Por ello, las fábricas empezaron a elaborar grandes cantidades de piezas intercambiables y los diseños cada vez eran más estandarizados, lo que facilitaba la fabricación en masa.
Los relojes pasaron a considerarse un accesorio de moda y la fabricación de estos era más decorativa, ya que se empezaban a estilar los relojes más pequeños para poder llevarlos en la muñeca y en los bolsillos
Primer reloj de pulsera diseñado por Abraham-Louis Breguet en 1812 para Caroline Murat, reina de Nápoles
Hoy en día, el trabajo del relojero se ha visto modificado por la entrada al mercado de nuevos mecanismos mucho más digitales. Pero la profesión ha seguido vigente, los componentes electrónicos que forman parte de los relojes más modernos han simplificado el funcionamiento interno de estos, reduciendo a su vez tiempo, costes de diseño y costes de fabricación.
La profesión de relojero se ha convertido en un oficio exigente, donde se necesita precisión y paciencia para la reparación de las piezas. Los conocimientos de artesanía, diseño e ingeniería son fundamentales en esta profesión.
La creación de un reloj es una auténtica obra de arte y poder lucir un reloj en tu muñeca está a tu alcance en JoyCrono.
